Andrés Carretero y Ángela Juarranz presentan en siete capítulos breves un relato-diagnóstico sobre las publicaciones periódicas de arquitectura en España desde 1986, concluyendo en los puntos suspensivos asociados al estado crítico de excepción…
26 de junio de 2014

[Andrés Carretero y Ángela Juarranz]

Revistas de arquitectura, España 1986-actualidad

En una arqueología de la construcción de la ciudad y el territorio en la España de los últimos veintiséis años, mirar retrospectivamente hacia las publicaciones periódicas de arquitectura, que la propia disciplina y su entorno cultural y profesional han producido, puede ser clarificador y operativo. Aún antes de Gutenberg y hasta la llegada de Google, la relevancia creciente de la producción de un discurso, y el no tan reciente paso de la contingencia a la obligación de la difusión, hace de los media un personaje principal y una presencia imposible de evitar. Entre el largo recorrido histórico del libro y la inmediatez de la Red, las revistas de arquitectura han sido desde los inicios de la modernidad hasta hoy el medio principal de elaboración y transmisión de la cultura arquitectónica internacional. A pesar de que la arquitectura española se suma tarde a este proceso y encuentra dificultades para sostener en el tiempo sus empresas editoriales, surgen algunas revistas como Nueva Forma y Arquitecturas Bis, que ayudarán en la consolidación y éxito de las siguientes, aquellas que se desarrollan entre 1986, año en el que España ingresa en la Comunidad Económica Europea, y la actualidad.  

Las revistas de arquitectura publicadas en España han ganado relevancia en la escena global durante las últimas décadas a medida que se desplazaban de lo independiente a lo institucional; desde la libertad e intensidad de una publicación, menor en su origen, hacia las convenciones y exigencias de una gran revista profesional establecida con solidez en un mercado internacional que comparte autores, temas, e idioma. En paralelo han ido apareciendo pequeños proyectos de carácter radical que, pese a encontrar más dificultades de repercusión y continuidad, han logrado su espacio propio.  

Revistas de arquitectura, España 1986-actualidad estudia el archivo y catalogación de las publicaciones de este periodo intentando desvelar lo que eran y cómo trabajaban. Hace presente el estado de la arquitectura ensayando algunos temas significativos por su capacidad para continuar desarrollándose en el futuro, y característicos de las publicaciones no solo por lo que comparten, sino también por aquello que las diferencia. Estas revistas son, en sí mismas, un atlas posible de la teoría y la práctica arquitectónica de nuestro pasado reciente, elaborado en tiempo real por sus protagonistas. Y estas notas, si se quiere, la construcción de una mirada contemporánea  propia de la generación de quienes escriben sobre la de aquel momento.

 

1985 

A mediados de los años ochenta se produce en Europa una reactivación de la economía que permite su incorporación al crecimiento de la producción mundial. En este contexto económico-social se teje el sustrato base para una proliferación de las publicaciones periódicas especializadas. En el caso de la arquitectura en España, estos números ganan importancia como medio de difusión al presentarnos el contexto internacional con reflexiones acerca de la arquitectura moderna, posmoderna, o de las Exposiciones Internaciones en el exterior.

En 1985 Arquitecturas Bis publica su “Número final extraordinario”, ejemplar con el que el equipo redactor concluye una labor editorial mantenida durante once años. La revista, editada en Barcelona, desarrolla un trabajo de crítica en un contexto social y político de cambios y se posiciona como una de las publicaciones relevantes de esos años. Su internacionalidad destaca por su relación con revistas como Oppositions o Lotus y por la participación en algunos de los acontecimientos que tienen lugar en Europa y en Estados Unidos. Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme, antes Cuadernos de Arquitectura y Urbanismo, comienza su nueva etapa en 1985.  A principios de los años ochenta, El Croquis, Publicación de Arquitectura, Construcción y Diseño inicia su labor en Madrid con unos números misceláneos gracias a los que irá consolidando su carácter como medio de información y discusión de arquitectura. Se producen cambios tanto en su estructura y contenido, así como en el alcance internacional. Es en el año 1985 cuando edita uno de sus primeros monográficos: “Rafael Moneo”. El Croquis afianza su carácter como publicación de novedosas monografías que incluyen bibliografía, artículos, entrevistas, obras o proyectos de los arquitectos relevantes del panorama nacional. También AV Monografías de Arquitectura y Vivienda emprende su labor editora en Madrid. Desde su primer número en 1985, y como el propio encabezado enuncia, la revista se dedica a temas en particular como “Berlín IBA ’87 La Exposición Internacional de Arquitectura”, “Regionalismo”, “Andalucía, el Sur” o “Madrid Capital”.

Las diferencias y cruces de esta serie de números tienen relevancia tanto por el carácter como por su formato y contenido. Las publicaciones dan pie a una lectura del panorama editorial donde los indicios, características de cada una y su puesta en común desvelan una renovación en las revistas de mediados de los años ochenta. No deja de ser, a su vez, un cambio en los temas difundidos y una renovación en la  arquitectura contemporánea.

 

Cronología editorial

El estudio cronológico de las revistas de arquitectura, contrastado con su
s respectivas extranjeras denota, a excepción de la decana Arquitectura (COAM, 1918), un tardío desarrollo de la publicación en España al compararse con las europeas L’Architecture d’Aujourd’hui o Casabella, que sitúan sus inicios en torno a 1930. Una lectura de la aparición y vigencia de las publicaciones en el periodo 1986-actualidad muestra cómo su creciente interés, la mayor accesibilidad a nuevas tecnologías o los cambios económicos no dejan indiferente el mercado editorial. La proliferación de publicaciones en los años noventa, como Circo en 1993, Fisuras y Exit en 1994, 2G en 1997 o Pasajes de arquitectura y crítica en 1998, destaca frente a épocas con menor número de apariciones. Las universidades y sociedades profesionales se suman significativamente al trabajo de edición, con focos de atención sobre difusión e investigación en los ámbitos del urbanismo, del patrimonio, o temas y proyectos recientes.  

Las publicaciones periódicas reflejan una duración y simultaneidad dispar, al igual que sus contenidos, arquitectos o críticos que participan en ellas y de ellas. Sin embargo, se establecen vínculos comunes. Aunque con una determinante participación a través de los personajes y proyectos del momento, recuperan arquitecturas pasadas –El Croquis y AV mediante antologías y monográficos-, plantean arquitecturas futuras o se relacionan con otras revistas, épocas y contextos, como un ejercicio liberado del tiempo. En las revistas, bajo una apariencia efímera, autores y contenidos se reconocen como constantes editoriales en los años posteriores a su publicación. Textos y proyectos, a pesar de ser acontecimientos acotados en el tiempo, se mantienen activos y presentes, bien porque sus discursos mantienen interés, o bien, porque los arquitectos que forman parte de ellos continúan su labor profesional o su trabajo permanece, a modo de referencia, en nuevos proyectos, escuelas de arquitectura, o como fondos documentales para  investigaciones.

No es casual la redefinición por parte de algunas revistas como El Croquis -a lo largo de sus cincuenta primeros números- o AV -editando Arquitectura Viva a partir de 1988- que, superando los diez años, buscan reactivar su imagen, autores, o posiciones. En el último número de Arquitecturas Bis el diseñador Enric Satué analiza, a modo de despedida, el recorrido de la revista que, al margen de ciertas innovaciones o renovaciones denota la institucionalización de una publicación que pretendía mantenerse en continua actualidad.

 

Escritura e imagen

Toda revista tiene un origen literario que reside en la escritura. Las primeras revistas de arquitectura, pequeños artefactos experimentales producidos por las vanguardias históricas, surgen en los años veinte del siglo pasado como vehículo para difundir y argumentar sus nuevas ideas con textos en forma de manifiesto. Se inscriben, por tanto, dentro de la discontinua tradición de arquitectos que se dedican a escribir libros y, desde ese momento, también a hacer revistas. Entender como revista lenta el libro facilita comprender el desplazamiento de uno a otro como cambio de velocidad y no tanto de género, que en el siglo XX es principalmente periodístico. Si la figura del arquitecto escritor y tratadista tiene una trayectoria sostenida en el tiempo, la del arquitecto crítico aparece con fuerza en la revisión de la modernidad, y la reflexión crítica se entiende ya como parte necesaria de una práctica arquitectónica consciente.   

Las revistas anteriores al periodo 1986-actualidad se caracterizan por un espíritu crítico que propicia la continua discusión de ideas y opiniones a través de las colecciones de escritos que contienen. El énfasis en el texto destaca por la importancia que tiene en la composición de la revista, siendo las imágenes secundarias o accesorias. En continuidad con sus precursoras, las revistas que nos ocupan comienzan articulando revisiones críticas del presente a través de la escritura, como en el caso de los artículos misceláneos sobre temas locales de la primera etapa de El Croquis, o los escritos de carácter monográfico nacional e internacional de AV Monografías de Arquitectura y Vivienda, revistas dirigidas por arquitectos que no construyen, sino que escriben. Otros proyectos editoriales han abordado con cierta continuidad los procesos de elaboración textuales, como Fisuras de la cultura contemporánea y su proximidad al meta-texto. La escritura es casi la única presencia en Circo, en sí mismo un breve artículo más cercano a la teoría que a la crítica y, en ocasiones, un manifiesto irónico.

En la trayectoria de las revistas con mayor distribución de los últimos años, al observar la ocupación de la superficie por cada uno de los elementos empleados en su maquetación puede observarse un progresivo desplazamiento, sin retorno por el momento, de la escritura a la imagen. Aun el dibujo, un medio propio de la disciplina arquitectónica durante siglos, tiene cada vez menos espacio. Publicaciones como El Croquis continúan editando entrevistas y textos críticos, acompañando los proyectos presentados con planos, pero los protagonistas son los extensos reportajes fotográficos. Este desplazamiento encuentra en AV Proyectos un ejemplo de revista de arquitectura como catálogo de imágenes muchas veces virtuales sobre obras aún no construidas, donde el texto casi está ausente. El olvido de la escritura como fin en sí mismo  -escritos que permanezcan vigentes- o su debilitamiento como herramienta para hacer algo conlleva el paso de la lectura a la no-lectura hasta llegar a lo puro visual. Esta situación es paradójica cuando, para gran parte de la sociedad, escribir y publicar son ya acciones cotidianas.

 

Técnica instantánea

Revista y arquitectura se presenta como el binomio sobre el que reflexionar acerca de la publicación y el uso de la técnica en un proceso de construcción. Editar una revista genera paralelismos entre arquitectura y texto, arquitecto constructor y arquitecto crítico, construcción y escritura. La edición, entendiendo proceso frente a resultado, atiende al material, acabados y detalles, así como al sistema de producción necesario. Considerar los artículos como unidad inseparable en sí misma, constituida por el formato, el diseño gráfico, la fotografía y el texto implica que cada decisión constituya parte de su apariencia, aportando una imagen a la publicación. No sólo los contenidos son parte irrenunciable en la consolidación de su carácter, sino que la propia construcción refuerza la identidad de estas revistas. El modo de edición, según la relación de contenidos, se basa bien en monografías de arquitectos o estudios de arquitectura a los cuales se dedica por entero la publicación, bien en una recopilación de fragmentos enunciados bajo un tema común, o bien en una colección de textos y proyectos del momento, presentados como catálogos de una actualidad. Por otro lado, fanzines como Circo, UHF o Belleza, presentan publicaciones alternativas, de carácter experimental, que c
ombinan una libertad de contenidos y una instantaneidad de autoedición en un formato establecido. 

Durante los años previos al periodo considerado, las revistas se configuran  bajo un sistema de adición, donde los discursos se recortan ante la necesidad de incluir título y sumario, o se interrumpen a final de página para continuar en las siguientes. La revista se elabora con una máquina de escribir manual, lo que ralentiza su proceso de edición. La imagen que transmiten otorga a la composición general del texto, títulos o tipografía la sencillez, libertad y radicalidad de diseño, a su vez, propia de los contenidos. A principio de los años ochenta, el formato se muestra como consecuencia de diferentes necesidades, desde una economía de medios y un ágil proceso de impresión, hasta un manejo sencillo. Ahora, la sistematización en la edición hace del montaje un ejercicio mecánico; el texto se trabaja bajo la modulación típica de dos columnas por página restringiendo párrafos, imágenes o publicidad a esas dimensiones. Unas reglas referentes al formato son las instrucciones básicas, propuestas a menudo por el propio equipo director. En portada, sumarios, y artículos, se procura una retórica donde el diseño de la publicación cumple, desde la primera página, una función informativa de carácter práctico, común en todos los números. Los contenidos mantienen gran parte de su interés en la documentación gráfica que a partir de los años noventa pasa a ser el motivo principal. 

La técnica instantánea como estrategia de producción ofrece una base de trabajo donde la minuciosa labor de redacción de contenidos marca el contrapunto a la inmediatez de edición. La consideración contemporánea de la revista de arquitectura como un factor no sólo comercial sino, además, reflejo de una contribución cultural e histórica pone de manifiesto la importancia del trabajo editorial. 

 

Autores

La distinción entre autor y público, como adelantó (Walter) Benjamin, ha perdido su carácter sistemático porque cada vez son más los lectores que pasan el lado de los que escriben. La relectura contemporánea que viene haciendo Ignacio Echevarría sobre la situación actual indica que también la frontera entre crítico y lector es más difusa. WAM presenta a su Comité Editorial y a los colaboradores de cada número a través de imágenes, miradas recortadas de sus rostros. Es la primera revista que amplía sus autores en Internet, inaugurando una lectura capaz de concluir en escritura donde el autor, como persona que origina algo -un texto o un proyecto- va diluyéndose progresivamente. Josep Quetglas y Félix Arranz editan WAM. El primero tiene un “apartado personal” en la publicación llamado Homelesspage; el segundo subtitulará años después los pliegos Scalae con el epígrafe «Autor de arquitectura». 

Entre el ya viejo pero constante influjo de la muerte del Autor (Barthes, Foucault) y la más reciente ampliación de autores, el contexto de las revistas españolas de arquitectura ha respondido a esta realidad aumentando la variedad y cantidad de personajes y obras publicadas, difuminando la bipolaridad Madrid-Barcelona, y prestando mucha más atención a la diversidad geográfica del territorio. Aunque toda publicación es un proyecto colectivo y muchos textos también lo son –éste mismamente-, la escritura puede ser la labor más individual del trabajo del arquitecto, la única posibilidad de inventarse una identidad, o de ser otro. Este incremento necesario de la autoría compartida caracteriza el intervalo 1986-actualidad, en el que el autor único ha dado paso a las parejas y, últimamente, a numerosos colectivos de arquitectos jóvenes y no tan jóvenes («Colectivos Españoles», Arquitectura Viva 145; «Experimentos Colectivos I y II», El Croquis 148). Así, más allá del copyleft y las técnicas de apropiación («Cut&Paste», Fisuras 17) la propiedad intelectual interesa cada vez más a los arquitectos no solo como recurso legal, sino también como herramienta operativa.

En los últimos veintiséis años pueden diferenciarse, entre otras, dos categorías de directores-editores en las revistas españolas de arquitectura. Aquellos que, siendo arquitectos, se dedican a escribir y editar (Antón Capitel, Luis Fernández-Galiano, Juan Miguel Hernández-León, Richard Levene, Fernando Márquez, María Teresa Muñoz, Josep Quetglas) y aquellos que son tanto autores de crítica como de arquitectura (Iñaki Ábalos, Juan Herreros, Josep Lluís Mateo, Luis Moreno Mansilla, Emilio Tuñón, Federico Soriano, Alejandro Zaera). Las generaciones más jóvenes intensifican estas relaciones, simultaneando comisariado, teoría y práctica (Inma E. Maluenda, Enrique Encabo, Uriel Fogué, Arturo Franco, Jacobo García-Germán, Andrés Jaque).    

 

Necesidad digital

Las revistas en el marco de la cultura arquitectónica funcionan como soporte a una difusión entre los principales focos teóricos y profesionales del momento. A su vez, son elementos catalizadores de transformaciones relativas al binomio arquitectura e industria, como las nuevas técnicas de edición e impresión, nuevos formatos, aumento progresivo en el uso de la imagen, irrupción de la publicidad o transformaciones sociales fruto de los desarrollos tecnológicos. La revista, analógica o digital, se comporta como el sustrato sobre el que se dibujan relaciones entre el editor –privado, institución pública, sociedad profesional-, el escritor, el contenido, la técnica de edición y el usuario.

Mientras la publicación impresa en papel, sobre soporte primitivo, queda definida por una relación original con el medio, la revista digital, como sistema que se maneja, da lugar a un uso interactivo. Su fisicidad se volatiliza al ser un espacio de trabajo fragmentado, basado en una lectura y respuesta rápida, más próximo al comentario particular que a una mirada amplia. Es en del año 1996, con el incremento de ejemplares científicos que utilizan este formato, cuando aparece WAM, pionera entre las revistas electrónicas de arquitectura. Próxima a la onomatopeya inglesa wham! (golpetazo),  las siglas WAM del Web Architecture Magazine, lo serían también del web access management y del web audience measurement, herramientas de identidad y medida de la navegación web. En 1997 se publica un recopilatorio en papel de los dos primeros números de la revista digital, proyecto de trasvase digital-analógico sin continuidad en las siguientes ediciones. Meses más tarde, Gustavo Gili comienza a editar desde Barcelona la revista 2G, que ahora, dieciséis años después y en un contexto e
conómico de crisis, afronta  los cambios con una edición digital. En 2005, reflejo de nuestra insistente necesidad de recopilación y archivo, Arquitecturas Bis se reedita en CD agrupando los cincuenta y dos números publicados entre 1974 y 1985.

La aparición de revistas electrónicas en España hace que aumente el número de publicaciones que en las últimas décadas recurre a  este nuevo soporte. La creciente digitalización, en lo relativo al carácter del usuario, rompe con la establecida relación del autor-lector frente a lo escrito. En papel, el redactor escribe y el lector lee. En internet, el público receptor puede ser un público emisor, y viceversa; asienta de inmediato las bases de un posible debate.  El mainstream –generalmente carente de revisión- se impone como un modo de producción recurrente entre la comunidad de usuarios, más aún en el campo de la arquitectura, dónde las publicaciones periódicas, tanto analógicas como digitales, manifiestan y defienden la inmediatez de producción. Metalocus, Scalae o la web de AV -cuyos últimos números han disminuido considerablemente el total de sus páginas- proporcionan plataformas informativas que no son sino reflejo del salto producido en los últimos años, desde el pliego de papel o los podcast hasta el medio digital. La comunidad de lectores se muestra como una red global formada por estudiantes y profesionales, con intereses compartidos por diferentes generaciones, y con notable pérdida de territorialidad respecto de años anteriores. Bajo la actual necesidad de vivir en línea o tener una carta de presentación en la Red, internet potencia una obligatoriedad de difusión que, paradójicamente, manifestada en soporte digital aporta credibilidad a la actividad real. Pequeños atisbos de disconformidad, por ahora vinculados al arte, ponen en discusión la sociedad de la conexión permanente. Sabbath Manifesto, The Day of Unplugging u Offline Art: new2 surgen como reflejo irónico de una afianzada cultura digital.

 

Crisis, estado de excepción

You cannot separate the political moment from the making of this magazine (No puede separarse el momento político de la producción de esta revista), responde Beatriz Colomina preguntada sobre Carrer de la Ciutat (1977-1980), cuyo equipo redactor, contrario a la dictadura franquista, no hacía distinciones entre proyecto intelectual y activismo político. De clara filiación marxista, la publicación estaba directamente influenciada por la crítica ideológica de Manfredo Tafuri. Política y arquitectura vuelven al centro del debate teórico (véase The Possibility of an Absolute Architecture de Pier Vittorio Aureli) en medio de la crisis global. A diferencia de los años sesenta y setenta, cuando muchas publicaciones internacionales no solo daban testimonio, sino que eran foro de debate ideológico, hoy es difícil encontrar un espacio de discusión consistente y profundo entre las principales revistas españolas de arquitectura, dedicadas a la reflexión disciplinar o la narración de tendencias, sin dar cabida real a lo específicamente político. Si observamos el estado de la prensa especializada podemos encontrar algunas voces críticas, pero son otros medios los que canalizan las expresiones más disidentes y propositivas. Internet, a través de revistas digitales, blogs, redes sociales, twitter; iniciativas docentes solitarias que plantean otras prácticas, emergentes, y posibles; fanzines minoritarios de origen estudiantil o alternativo. La crisis, estado de excepción que afecta profundamente al tejido económico-productivo, a la clase política, al sistema educativo y al conjunto de la profesión, va camino de convertirse en un nuevo paradigma.

Andrés Carretero y Ángela Juarranz, Julio de 2013. Texto orginal incluido como anexo en el catálogo de la exposición «Arqueología de la memoria reciente. Construcción de la ciudad y el territorio en España 1986 > 2012″*, publicado en scalae con la autorización de sus autores y de los promotores de la exposición. Derechos reservados a sus autores.

(*) Comisariada por Juan Miguel Hernández de León y organizada por el Círculo de Bellas Artes · Universidad Politécnica de Madrid · Cehopu-Cedex · Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo – Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda – Ministerio de Fomento, con la colaboración de rtve y el Instituto Cervantes.

 

Agentes: Andrés Carretero
Agentes: Ángela Juarranz