15 de julio de 2010

Desde los cuadros abstractos de la década de los sesenta, a las series temáticas de los ochenta, o sus inconfundibles dragones chinos o los paisajes que realiza en los últimos años, la pintura de Navarro Baldeweg refleja esa constancia investigadora con referencias claras a la historia del arte y, sobre todo, a la cultura, entendida como una fuente de inspiración.

Como el propio Navarro Baldeweg explica en declaraciones ofrecidas por hoyesarte.com:

El tema de los cuadros de esta exposición es el propio acto de pintar en su expresión más sencilla y directa. Muchos cuadros representan el estudio y al pintor en acción ante la obra. Ésta puede ser expresión inmediata del movimiento de la mano y el cuerpo sobre el lienzo dispuesto verticalmente o bien consecuencia del azaroso vertido de pintura bajo el efecto de la gravedad sobre la tela en el suelo o bien recogen las manchas obtenidas por estarcido a partir de papeles desplegados que previamente fueron doblados y cortados con tijeras.

La distinción entre modelado y talla, característica de la escultura, tiene aquí su traducción en la ejecución de las pinturas. Las configuraciones tanto las de origen manual, es decir, caligráfico, como las ocasionadas por la caída de la pintura líquida se rigen por el principio acumulativo del modelado, un principio radical diverso de aquellas imágenes resultantes de cortes y vaciados en un proceso que puede asociarse a la talla. Porque en ocasiones sólo hay en el estudio cuadros que se superponen y crean una complejidad visual que es la suma de distintos procesos parciales de ejecución. Como ocurre en otras obras mías, éstas son manifestaciones en un territorio de energías naturales. La huella de una energía orgánica, el resultado casual del líquido en la gravedad y las imágenes obtenidas por simples recortes son los elementos de un vocabulario figurativo que se ofrece y se despliega en el espacio de la galería.

País: España
Ciudad: Madrid
Agentes: Juan Navarro Baldeweg
Agentes: Galería Marlborough