trazabilidad veraz de dos arquinautas, viajada, nada accidental y concienzudamente sevillanos…
7 de agosto de 2014

La conversación tiene lugar en Sevilla, en la calle Montevideo, que es donde estaba el colegio Alemán donde Marta Pelegrín cursó los estudios primarios y de bachillerato que, a su vez, años después obtuvo una beca de estudios para ir a Montevideo. Por su parte Fernando Pérez Blanco llegó desde Uruguay a España, becado, para después ir a vivir al barrio sevillano del Porvenir, en la esquina de «La Plata con Montevideo». 
Fernando quería ser psicólogo, profesor de educación física y arquitecto. Desde muy joven gustaba de involucrarse en la organización de actividades. Pertenece a la “generación del 88” -una generación que vivió un periodo de apertura democrática e inmensa actividad social- que, en la tradición de la escuela de arquitectura de Montevideo, al terminar los estudios en 1995 viajó a Europa en una experiencia de gestación larga (tres años), colectiva e intensa, tras la que pudo visitar la colección completa de arquitecturas históricas y contemporáneas presentes en las enciclopedias. 
La entrada de Marta en la carrera coincide con la Expo ’92 sevillana, en la que intervino como guía internacional. Durante la carrera participa en el grupo de los doce fundadores de «La casita”, simultaneando la actividad frenética del grupo con la reglada universitaria, que completó siendo la número uno de su promoción. En el tramo final de su carrera inicia las estancias internacionales, primero en Uruguay, después en Alemania y posteriormente -trabajando primero en el concurso y después en el proyecto del Rijksmuseum durante cuatro años en Holanda con Antonio Cruz y Antonio Ortiz-. 
Las aficiones que quedaron aparcadas por los estudios y la profesión, música y baloncesto, comparten ritmo, reglas y sentido de equipo, que son algunas de las variables que forman parte de la manera de trabajar de “mediomundo», aunque no de un modo organizado al uso sino de un modo orgánico, inmediato, “simpático”, solapado e incluso… voluntariamente ineficiente.
Su marchamo público es de eficacia profesional (se asigna a Marta) y de buenos relatores (se asigna a Fernando).
La conversación repasa acontecimientos y precisiones administrativas, formales, materiales, urbanísticas y constructivas relacionados con obras como la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada, la biblioteca Cañada Rosal en Sevilla, el teatro en Vejer o el Cibercentro Macarena, todas ellas participantes de lo que definen como “veraz”, es decir: participantes de lo que domina cuando no se dan superposiciones de cuestiones diferentes sino que todo lo que entra en juego va en la misma dirección e intención, de un modo casi inmediato. La “trazabilidad», que viene a ser la interrelación entre agentes materiales y tecnologías, será su modo de comprobar y activar los procesos edificatorios en los que se han visto y ven involucrados como arquitectos y, también, será herramienta de diagnóstico y ajuste de la mediación e influencia de los sistemas construidos sobre sus habitantes. 
 
(grabación original febrero de 2013)
Agentes: mediomundo
Agentes: Marta Pelegrin
Agentes: Fernando Pérez Blanco
Agentes: Antonio Cruz
Agentes: Antonio Ortiz