Determinadas expresiones musicales o arquitectónicas usan la nostalgia como un material más de construcción para producir obras rigurosamente modernas.
27 de noviembre de 2012

 [Jaume Prat] Las formas musicales tienden a disfrazarse, cambiar de nombre, confundirse e hibridarse a lo largo de la historia. La música rock jamás se ha escrito. La manera de fijarla ha sido mediante grabaciones, que se conservan desde el inicio de su historia. La tecnología de estas grabaciones, unida a la evolución de las técnicas de grabación, los modismos, y, finalmente, la aparición de la tecnología digital hace que podamos datar con precisión su edad.

Joe Henry es un cantante y productor americano de Carolina del Norte, instalado en la cincuentena. Una circunstancia biográfica singular ha marcado su carrera: es cuñado, desde hace 25 años, de Madonna, que ha eclipsado su fama, condenándolo a una segunda fila. Cuenta la leyenda que Joe Henry colabora con ella desde el principio de su carrera, siendo uno de los artífices en la sombra de Like a Virgin. Ignoro la certeza de la anécdota que, en cualquier caso, tiene un subtexto cierto: la inquietud del autor por todos los géneros musicales y su deriva del pop más comercial a su música actual, sin concesiones de ningún tipo a las corrientes actuales: Joe Henry marca tendencias, no las sigue.

En 2007, el cantante escribe, produce e interpreta uno de los discos clave de su carrera: Civilians, su segundo trabajo promovido por el sello discográfico ANTI-, uno de los más prestigiosos del mundo (contando entre sus filas a músicos como Triky, Nick Cave, Marianne Faithfull o Tom Waits). Civilians posee todas las claves de su sonido maduro. Es el disco donde se consolida su banda de soporte habitual, formada por el contrabajista David Pilch y el excepcional baterista Jay Bellerose. Bellerose toca con una batería Gretsch de 1954 complementada con una serie de platillos y bombos todavía más viejos, que imprime a las cajas un sonido más sordo y con más cuerpo del habitual, y a los platillos, montados sin sordinas, una inercia desacostumbrada, que casi le hace parecer torpe a la hora de tocarlos. Bellerose suele atarse instrumentos de percusión a su cuerpo, de modo que su mismo movimiento es música, dándole un aspecto de hombre-orquesta trasnochado. El mismo Joe Henry cuenta que la manera de tocar de Bellerose arrastró al resto de la banda, que gira con instrumentos viejos, a veces rotos. Una de las guitarras de Joe Henry está remendada con trozos de felpa por su interior, sonando metálica y apagada. Los micrófonos usados para sonorizarlas, son, de alta sensibilidad, una tecnología no presente en el momento de su construcción, convirtiendo lo que podría parecer un recurso historicista en un sistema para producir sonidos desacostumbrados en el panorama musical actual. La banda se complementa con dos músicos de jazz, el teclista Patrick Warren, el guitarrista Bill Frisell en funciones de solista, complementando al propio Joe Henry, guitarrista virtuoso de por sí, y el multiinstrumentista Greg Leisz

El disco suena como si estuviese grabado hace cincuenta años. Joe Henry lo grabó, en su mayor parte, con la banda tocando en directo en el estudio, sólo que con la tecnología actual: una pista, o varias, por instrumento, mezclándolos por separado. Los pequeños detalles, la calidad del sonido, algunos guiños a la música actual anclan estas piezas al aquí y ahora, forzando al oyente a redefinir sus cánones en un juego ambiguo que, curiosamente, desaparece completamente en directo, donde toca en formato trio con Pilch y Bellerose improvisando constantemente, haciendo cada concierto diferente del anterior.

Jorn Utzon construye sus dos casas de Mallorca, Can Lis (1972) y Can Feliz (1994) con este mismo espíritu. El arquitecto produce dos obras rigurosamente modernas, ancladas en un pasado arcaico, construidas con técnicas prácticamente fuera del tiempo. La sensación que se tiene viviendo estos espacios es completamente paralela a la que evocan las canciones de Civilians, aunque referidas a épocas completamente diferentes. El espíritu del arquitecto queda simbolizado perfectamente en la reforma que hizo sobre Can Lis, poco antes de construir Can Feliz, cuando remató los muros de piedra de Marés con tejas para solucionar, de una vez por todas, las filtraciones de agua usando una técnica que transformaba completamente la percepción del edificio pero que le permitía seguir jugando con las reglas que él mismo se marcó. Como un instrumento viejo que se resista a convertirse en una pieza de museo.

Video de Time is a Lion, canción de Civilians usada como single promocional. El clip presenta una versión alternativa diferente a la que se encuentra en el disco. 

País: España
Ciudad: Mallorca
Agentes: Joe Henry
Agentes: Jorn Utzon
Autoría de la imagen: HARQUITECTES
Edificios: Can Lis, Can Feliz