17 de noviembre de 2008

El museo de Arqueología, obra del arquitecto navarro Patxi Mangado, toma forma con la instalación de las primeras placas de bronce

Tal y como informa ‘elcorreodigital.com’, la concepción del museo es diferente, rompedora. Con la colocación estos días de las primeras planchas de bronce que vestirán al centro, los ciudadanos pueden empezar ya a formarse una idea de cómo será el nuevo talismán de la colina.

Tras muchos «avatares administrativos» que han retrasado el proyecto más de un lustro, los promotores mantienen que su apertura se producirá el próximo junio. Hasta entonces, queda la instalación de todo el entramado eléctrico y de saneamiento.

A la par, se colocarán esas placas de bronce que revestirán las tres fachadas del edificio -la que da a la calle Cuchillería, donde estará el acceso principal, la del Cantón de Santa Ana y la de Pintorería-. Los promotores, la UTE integrada por Dragados y Lagunketa, acaban de recibir el plácet municipal para iniciar su instalación. Las planchas, procedentes de Alemania, se encuentran en Vitoria desde hace meses ya que aquí se está llevando a cabo el proceso de plegado. La colocación la realizará una empresa especializada de Bélgica.

El equipo de Patxi Mangado ya ha dado el visto bueno tanto a la forma en la que se unirán las lomas como a la patina que se le aplicará al bronce y que dotará al edificio, a sus más de 6.000 metros cuadrados de fachada, de una apariencia más envejecida. Además de por su singularidad, la ‘piel’ del museo brillará en lo económico al copar un 35% del presupuesto -éste se eleva a casi 7,2 millones de euros-. El porqué de la elección del bronce se asocia a la filosofía del propio museo, a los hallazgos arqueológicos. Además, «es un material que lee el tiempo mejor que otros», matiza el padre de este «gran cofre».

Mangado ha cotejado estos días ‘in situ’ el avance de las obras. Arropado de un docena de técnicos, recorrió el edificio para pulir pequeños detalles y comprobar si lo ideado sobre el papel ofrecía el efecto deseado en la realidad. Salvo puntualizaciones concretas, todo marcha según lo previsto.

El patio es el mejor catalizador del edificio.«Es bastante metafórico. Será como un lugar de retiro, un espacio de encuentro dentro de toda la trama del Casco histórico. Este entorno -en referencia al Palacio de Bendaña y su colección de naipes-, se podría llamar la esquina de los museos», apunta el arquitecto navarro.

Cuando el visitante penetre en el complejo desde la calle Cuchillería, se verá rodeado de un edificio de tres alturas con el cristal como elemento diferenciador. La estructura metálica que ahora se observa también estará revestida de bronce, hilvanando así con el concepto artístico del exterior.

En el interior de cada planta -las paredes de las salas de exposiciones irán cubiertas de madera wengé- se han colocado unas columnas de cristal traslúcido -cada vidrio tiene un ángulo diferente- que dejarán pasar la luz que emita una instalación de fluorescentes.

Ref.

Francisco Mangado: [www.fmangado.com]

Fuente: Centro de Enlace AE BCN

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