17 de noviembre de 2008

El curso de verano “Arquitectura bioclimática y eficiencia energética”, que se ha celebrado en la Real Fábrica de Cristales de La Granja de San Ildefonso entre el 24 y el 27 de julio, contó con la participación de los arquitectos Luís Vega, Felipe Pich-Aguilera, Carlos Expósito, César Ruiz Larrea y Gloria Gómez

El curso ha sido organizado por la Universidad San Pablo CEU y ha reunido a quienes buscan introducir el discurso de la arquitectura bioclimática donde el trabajo lo permita.

Según cuenta universia.es, el arquitecto Felipe Pich-Aguilera, comentó durante su ponencia que «el edificio ha de funcionar como una máquina, tiene que ser independiente por sí mismo. La arquitectura no puede provocar problemas climáticos».

Además, Pich-Aguilera, consideró que “la apreciación bioclimática de la arquitectura se está reformando. No hay un cuerpo teórico que se enseña; estamos en un momento donde el interés y el esfuerzo individual están reformando esta nueva apreciación de la arquitectura”.

«Desde la arquitectura hay que proponer elementos que funcionen de una manera natural”, Pich-Aguilera señaló que lo que aspira con su obra es a “transformar nuestras ciudades en otra cosa más expectante y nueva”. Para lograrlo, “tenemos que ser capaces en cada proyecto de equilibrar las fuerzas que en él confluyen, así como destinar en cada uno de ellos un 50% a la invención y otro 50% a la praxis”.

En este mismo contexto, César Ruiz Larrea denunció que desde hace 40 años, la arquitectura está incidiendo directamente sobre medio ambiente. “Se trata de un problema real, que hay que plantearse y resolver. Para ello, en este sentido tenemos que ser modernos, comprometernos y solucionar los problemas más importantes”, señaló.

Para Carlos Expósito, al arquitecto se le respeta socialmente muy poco, por lo que tiene que “ganar la confianza social perdida, un crédito en lo que hacemos y proponemos. Con la llegada del Código Técnico y con el énfasis de cuestiones ambientales se abren nuevos ámbitos profesionales”. Para él, hay que concebir “los edificios como máquinas térmicas, como aparatos que consumen energías”.

Hay que tener en cuenta que ”este tipo de arquitectura requiere del usuario participación activa” comenta Expósito quien a su vez señala que con la arquitectura bioclimática “se propugna el derecho al sol y se persigue el confort en el interior de la vivienda, en las calles, en las plazas y en definitiva, en los espacios públicos “.

Para Gloria Gómez el impacto que tienen en el planeta las construcciones, “desde que optamos a las materias primas, pasando por el proceso de construcción de los elementos constructivos, hasta la vida útil del edificio” tiene que tenerse en consideración.

Según Gómez, “la distribución de energía tiene pérdidas desde el punto de vista de la producción de energía y desde el punto de vista del consumo”, de ahí, la importancia de la arquitectura bioclimática con la que podríamos ahorrar incluso hasta diez veces más.

“Rehabilitar edificios supone un ahorro energético del 60% respecto a derribarlo”, señaló Gómez, quien mostró una serie de proyectos de rehabilitación sostenible donde ha tratado de “encontrar la mejor manera de aplicar criterios de sostenibilidad”.

También participaron el arquitecto jefe de las Unidades de apoyo al Código Técnico de la Edificación (CTE) en el Instituto Eduardo Torroja, Luís Vega Catalán, quien explicó las normativas que rigen el nuevo Código Técnico de la Edificación, que entrará en vigor el próximo mes de septiembre, y el director General del CES CEU Arquitectura Juan Antonio Hernández Ramos, que convencido de que “la buena arquitectura es la bioclimática”, centró su intervención en la oferta de productos existentes para innovar en este tipo de arquitectura.

Vega Catalán se refirió al enfoque que el nuevo Código Técnico de la Edificación ha adquirido dentro del marco de la UE, ya que según él, “se va a llevar a cabo un endurecimiento progresivo de la reglamentación sobre la calidad térmica de los edificios de nueva planta, se intentará mejorar la promoción de edificios de nueva planta con alta eficiencia energética, así como tratarse de identificar medidas de mejora de eficiencia energética en edificios”.

Para Vega, “el nuevo Código Técnico tiene una estructura piramidal y establece las exigencias de calidad relacionadas con el uso sostenible del consumo de energía. Su entrada en vigor, convertirá en obligatoria la certificación energética de los edificios”.

Dirigido por el director de la División de Arquitectura y Edificación de la Escuela Politécnica Superior de la CEU USP, Federico de Isidro Gordejuela, y por el Secretario General del Centro de Enseñanza Superior CEU Arquitectura, Fernando del Ama Gonzalo, el taller estuvo coordinado por el director General del CES CEU Arquitectura, Juan Antonio Hernández Ramos.

Ref.

Universidad San Pablo CEU : [www.ceu.es]

Fuente: Centro de Enlace AE BCN

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