El nombramiento ha sido comunicado desde la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento del Gobierno de España.
7 de agosto de 2015

[scalae]

En una carta oficial -remitida al domicilio profesional de Patxi Mangado, a la que ha tenido acceso la redacción de scalae por gentileza e iniciativa del propio arquitecto navarro-, el director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo, del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, Sr. D. Juan Van-Halen Rodríguez, comunica el nombramiento, que abarca las convocatorias de la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, de la X Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo y del pabellón de España para la 15 edición de la Mostra de Arquitectura de la Bienal de Venecia.

En la comunicación se indica que «Al mismo tiempo el Consejo Rector ha acordado el nombramiento de Dña. Begoña Díaz-Urgorri y de D. Juan Domingo Santos* como Codirectores de la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo» para finalmente referirse tanto a «la mirada puesta ahora en el horizonte de trabajo que ahora se abre en común» como en «el convencimiento de que, con su colaboración y experiencia, las Bienales de Arquitectura gozarán de una excelente representatividad y contribuirán a la proyección de la arquitectura española dentro y fuera de nuestras fronteras, estrechando lazos entre los países y agentes en ellas implicados»

El Consejo Rector de Bienales de Arquitectura está constituido por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y el Ministerio de Fomento -a través de la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo-, junto con otras entidades como Acción Cultural Española (AC/E), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), la Fundación ICO y la Fundación Arquia de la Caja de Arquitectos.

(*) Juan Domingo Santos y Carmen Moreno Álvarez, que presentaron una candidatura conjunta en el concurso para la dirección de la XIII BEAU. (nota SCALAE, a partir de una indicación del equipo Domingo-Moreno)

Siguen declaraciones de Patxi Mangado a preguntas, planteadas desde la redacción de scalae, sobre el nombramiento y sobre las previsiones iniciales para con las tres bienales:

SCALAE: Enhorabuena por el nombramiento como coordinador de las bienales. Por la experiencia en las relaciones institucionales ¿Cuáles cree que han sido los motivos de la creación de este cargo?

MANGADO: No creo que se derive la creación de este cargo únicamente de mi experiencia en las relaciones institucionales. Tal y como me informó el Consejo Rector de las Bienales de Arquitectura parece lógico que las tres bienales, siendo distintas, tengan alguna orientación y objetivos comunes, que ahora mismo no tienen. Es especialmente importante en un momento en que la arquitectura española debe encontrar nuevos espacios de trabajo y organizarse de maneras alternativas para competir en un mundo internacional, dada la dificultad que supone el lastre que inmoviliza nuestras estructuras productivas y dado lo necesario de una coordinación de las acciones de promoción profesional con contenidos y mensajes sincronizados, claros y coherentes. Entiendo que habían motivos razonables para la creación de este encargo.

SCALAE: En el conjunto de las tres bienales, ¿Qué ha de cambiar y qué ha de permanecer?

MANGADO: Claro, hay cuestiones en la matriz de las bienales, como son los jurados y lo es su capacidad documental, que son indiscutibles. Sin embargo, por ejemplo, me inclino porque los jurados tengan un componente decididamente internacional y no nacional como hasta ahora. Cada una de las bienales es muy específica y plantea escenarios diferentes, pero si: hay cuestiones que han de cambiar y fundamentalmente tiene que ver con aprovechar mejor las bienales como una gran oficina de divulgación de la arquitectura española y, en el caso de la iberoamericana, de lo que compartimos con los países iberoamericanos. Hasta ahora las bienales, adaptadas a las situaciones y contextos anteriores, tenían un carácter muy endogámico, para arquitectos, y terminaban por resultar estériles. Estuvo bien en su momento, para atender su momento, pero hoy es insuficiente y no hay excusas para un acomodamiento endogámico. Así los objetivos tienen que cambiar, de modo que no es cuestión de enseñar la arquitectura española a los arquitectos españoles sino mostrársela a los agentes internacionales promotores de arquitectura. Merece la pena intentarlo, entre otros motivos, por defender una actividad social en la que además de los arquitectos entren empresas constructoras, procesos de gestión, relaciones… explicar que también los arquitectos españoles somos capaces de coordinar procesos muy complejos con una gran capacidad sintética.

SCALAE: De manera individualizada: ¿Cuáles cree que han de ser los objetivos primordiales de cada una de las bienales?

MANGADO: Creo que es a la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo a la que le corresponde un mayor esfuerzo en el objetivo de difusión de la industria nacional española de la arquitectura. En el caso de la Iberoamericana es distinto, mas complejo, porque intervienen muchos países, pero igualmente requiere la implicación de las empresas constructoras u otros agentes que en este momento están teniendo un papel muy activo en América.  Finalmente la Bienal de Venecia depende del tema que se proponga por la organización italiana y del comisariado general; es mas difícil y quizás es el caso donde la vuelta de tuerca haya de ser también en el tratamiento de los contenidos y la manera de presentarlos. No puede volver a ocurrir que el propio comisario del pabellón
de España presente sus obras, como ocurrió en la ultima edición, y lo digo claramente. No he hablado todavía con Alejandro Aravena, que es el Comisario General de la próxima Muestra de Arquitectura de la Biennale, ni está todavía decidido quién o quienes se encargarán del Pabellón español, pero imagino que la orientación será hacia la dimensión social, de servicio, de la arquitectura y su papel en situaciones de emergencia.

SCALAE: Esos objetivos requerirán de recursos extraordinarios a sumarse a las aportaciones institucionales. ¿Cómo imagina la procedencia de esas aportaciones?

MANGADO: Esto es muy importante. Efectivamente no sólo es cuestión de marcar con claridad los objetivos de las bienales sino también de gestionarlas adecuadamente y de obtener los recursos necesarios. No pueden ser tres acciones, tres bienales, resueltas exclusivamente con recursos de los presupuestos generales del Estado, me parece una barbaridad. La obligación de las bienales es aunar la participación de otros agentes que están presentes en la producción material de la arquitectura y de ahí la necesidad de exhibir la calidad tanto de profesionales como, por ejemplo, de las empresas constructoras y de las industrias auxiliares. Se requieren recursos, precisamente, no para resolver con lujo los viajes, etc., de las personas participantes, sino para permitir o reforzar la participación de profesionales vinculados directamente a los objetivos primordiales de difusión y prescripción de nuestros agentes profesionales, empresariales e industriales en el mercado internacional. Hasta ahora la inversión institucional se ha agotado en la producción de las exposiciones y en su documentación, que siendo necesarios son insuficientes incluso para objetivos muy básicos. Este papel, de localización de agentes y recursos, que beneficien tanto el contenido y los objetivos como los propios recursos disponibles, he entendido que es también una parte sustancial del encargo que recibo.

SCALAE: ¿Cómo cree que sería óptima la participación de las escuelas de arquitectura y de los agentes universitarios en el conjunto de las tres bienales?

MANGADO: Excepto para el caso del Pabellón español en Venecia, y teniendo en cuenta los objetivos de promoción del cuerpo profesional, empresarial e industrial, de entrada soy algo escéptico sobre la participación universitaria en las bienales. Por otra parte sería absurdo prescindir del empuje de las escuelas de arquitectura y del empuje de determinados profesores que han ofrecido propuestas e investigaciones muy interesantes, pero el encaje puede ser complicado en todos los casos. En cualquier caso mi intención es poder compartir un umbral mas orientado a lo profesional en las Bienales Española e Iberoamericana y dejar abierto el espacio investigador y universitario para el caso del Pabellón de España en Venecia.

SCALAE: El nombramiento de los directores de la Bienal Española ha venido como consecuencia de un concurso abierto. ¿Qué procedimientos cree previsibles para los nombramientos de las direcciones de la bienal iberoamericana y del pabellón de España en la Bienal de Venecia?

MANGADO: Hasta donde sé tanto los comisarios de la Iberoamericana como de la Española ya están nombrados por el Consejo Rector de las Bienales. Son Ignacio García Pedrosa con Ángela García de Paredes para la Bienal Iberoamericana y Juan Domingo Santos* con Begoña Díaz-Urgorri para la Bienal Española. Para el caso del Pabellón de España en Venecia, siendo que el nombramiento no es tema de competencia de mi encargo, recomendaré que sea mediante un concurso. Un concurso por invitación. Me parece importante que los agentes que han participado profesionalmente en la promoción y en la editorialización de la arquitectura española estos últimos años, con una experiencia eficaz y simultáneamente con capacidad crítica y autocrítica, sean invitados a participar en un concurso dirigido a quienes han demostrado esa capacidad. Otra cuestión es que, a esta llamada a la experiencia, añadan esas personas el componente innovador o de colaboración juvenil que consideren oportuna, pero ya será una cuestión de cada uno de ellos o ellas. Por mi parte valoro especialmente, como punto de salida, la experiencia eficaz -como decía- y creo que esa ha de ser la base del concurso por invitación.

SCALAE: La Bienal Española, hasta ahora un acontecimiento estival, si ha de mantener su planeamiento cada dos años tendrá que desarrollarse entre el otoño e invierno inminentes, dentro de 2015… ¿Cuál es la agenda previsible?

MANGADO: Hay que correr, si. Los dos comisarios han planteado cuestiones muy distintas pero muy complementarias y en un plazo rápido podremos establecer un plan común. Tengo ideas claras al respecto, estoy hablando con ellos y en cuanto resolvamos algunos detalles será rápida la convocatoria, los jurados, la selección… todo el proceso. Confío en la legendaria solvencia de la secretaría permanente de la bienal, a cargo del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Otra cosa es la divulgación, la itinerancia, dónde va a ir… el planteamiento ha de ser prioritariamente internacional, antes que de eventos locales en España, y de presentación en puntos muy concretos del extranjero para ir abordando los objetivos comerciales y de motivación de sector que me propongo. Para ese cometido, resuelta cuanto antes la convocatoria y el contenido dentro de este año, si es posible, Europa, Japón, Sudamérica y 2016 son los escenarios y tiempos lógicos.

SCALAE: El sentido de oficio y la definición profesional de los arquitectos españoles no ha cambiado legalmente por ahora y en consecuencia los planes de estudios de arquitectura -aunque adaptados a las nuevas legislaciones europeas- mantienen aparentemente una tónica similar a la de los últimos veinte o treinta años. Sin embargo el perfil público profesional y social, la naturaleza de los trabajos que hoy en día resuelven los arquitectos y la manera de resolverlos -tanto por iniciativa propia como por solicitud de la sociedad- no solo han variado sino que, sustancialmente, se han desplegado en multitud de variantes. ¿Cómo cree que esta circunstancia ha de afectar a las bienales españolas?

MANGADO: Efectivamente, en los últimos años son pocos los arquitectos que han desarrollado proyectos para obras de edificación y sin embargo son muchos los arquitectos que tienen cosas que decir y mostrar, particularmente gente joven que tiene otros mecanismos o maneras de enfrentarse a hacer arquitectura. Ideas extraordinariamente valiosas. Esto es fundamental, las bienales deberían evolucionar para recoger no solamente los objetos sino también las ideas. En coherencia con lo dicho hasta ahora correspondería al Pabellón Español en Venecia un especial papel sobre este asunto, estando las otras dos bienales mas atentas a los resultados materiales del sector. Pero las bienales no son solo exposiciones sino que disponen de todo un recorrido de eventos y actividades paralelas, en los que han de participar tanto personas de otras disciplinas como no profesionales, gente pensadora, con influencia o con aportaciones de valor.  Es ahí donde
arquitectos cuya manera de pensar y hacer se orienta de un modo diferente al de la edificación y urbanización tradicionales, oficiales, tienen una potencia extraordinaria. Pongo ejemplos. El laboral primero: en Suiza, hoy, las personas que nutren los estudios y empresas profesionales son mayoritariamente españolas. Eso es arquitectura, de calidad… y ¡española!. Visto así no son sólo 20 edificios los que han de explicar cuál es actualmente el potencial de la arquitectura española, sino que hay otros factores y maneras que deben aflorar y tener su lugar. Lo mismo ocurre con los mecanismos de implicación social, hasta política, o patrimonial en la que paulatinamente se descubre la importancia y beneficio de la participación y experiencia de arquitectos y profesionales, ese sería otro ejemplo. También está el campo de la investigación pura, de la colaboración con la industria y la gran cantidad de patentes, tecnologías, materiales y procedimientos de matriz española que se aplican en arquitectura. Todo el conjunto es arquitectura española. La Bienal española y la iberoamericana han sido hasta ahora, quizás, algo excesivamente “oficiales”, ajustadas a un modelo exclusivo profesional. Es momento de ampliar su campo de exposición y discusión. Debemos intentarlo. Se puede decir de otro modo: será muy importante contribuir a que la tradicional muestra de resultados de las bienales incorpore una muestra igualmente clara de la inteligencia que los soporta. Nuestra proyección, como españoles y como profesionales, es de industria de la inteligencia.

SCALAE: Por último ¿Cuál es su consideración sobre la actual curiosidad o interés internacional para con los resultados del pensamiento y la experiencia profesional de los arquitectos y la arquitectura españolas?

MANGADO: Pues hay algo contradictorio sobre esta cuestión: durante los últimos años se ha invitado a muchísimos arquitectos españoles, por ejemplo, a dar clases y a asumir responsabilidades directivas, organizativas, en Estados Unidos y en escuelas europeas. Eso identifica una curiosidad y valoración positiva sobre el pensamiento de los arquitectos españoles: hay una consideración general de que nos formamos muy bien, a pesar de lo críticos que somos nosotros mismos, internamente, con la academia. Pero también es verdad que eso no se corresponde con  una intensidad equivalente en los encargos arquitectónicos. Resulta decepcionante. Pienso que tiene que ver con nuestra propia estructura productiva: seguimos siendo exageradamente artesanales -seguramente es nuestra condición para hacer, localmente, buena arquitectura y es posible que perder esa condición signifique una pérdida de ese tipo de calidad y que el miedo personal por el vacío de lo no conocido nos esté inmovilizando-. Yo mismo he perdido encargos internacionales debido a que mi cifra de “negocio” anual era cincuenta veces inferior a la mas pequeña de las empresas de arquitectura a las que me enfrentaba en concursos. Cómo seamos capaces de agruparnos o de trabajar en estructuras nuevas de mayor alcance es todo un asunto. Esa es nuestra mirada sobre nosotros mismos. Pero volviendo a la mirada externa, la curiosidad está focalizada en nuestra capacidad de adaptación, en el pensamiento técnico y en la calidad personal de los arquitectos españoles que no se corresponde con encargos de valía en el exterior sino que termina por convertirnos en una potencia exportadora laboral, en una masa ingente de arquitectos jóvenes que hemos o se han exportado. Así más que a la arquitectura española, se está utilizando a los arquitectos españoles: académicamente y en términos de mano de obra escasamente pagada. Puedo estar equivocado, pero creo que la generosidad de nuestro país para con arquitectos extranjeros, que han recibido encargos extraordinarios en nuestro suelo en los últimos treinta años, no se corresponde ya que las generaciones profesionales españolas -ahora o antes- no han recibido una solicitud equivalente. El sector en su conjunto, arquitectos, empresarios e industriales deben estar implicados en cambiar esa tendencia y ampliar el interés por nuestra intervención mas allá del de la explotación de nuestras canteras patrimoniales o personales. Algo hay que trabajar a fondo y puede que los canales de difusión y relación hayan de ser un frente común del sector para ello: las bienales son importantes. 

(*) Juan Domingo Santos y Carmen Moreno Álvarez, que presentaron una candidatura conjunta en el concurso para la dirección de la XIII BEAU. (nota SCALAE, a partir de una indicación del equipo Domingo-Moreno)

Agentes: Patxi Mangado
Agentes: Juan Domingo Santos
Agentes: Begoña Díaz-Urigorri
Autoría de la imagen: scalae